jueves, 3 de febrero de 2011

STUDIO 54: 53 razones para vivir, tan solo una para morir

Me tome un tequila con Andy Warhol, vi el extravagante caballo blanco de Bianca Jagger y mientras la gente demasiado corriente se quedaba a las puertas del edén. Maldiciendo su simplicidad, trataban de de ahogarla en el fondo de una botella envuelta en un cutre papel de color acartonado. Dentro Liza Milleni y Elizabeth Taylor observaban detenidamente a Steve Rubell que se estaba magreando en la oscuridad con un jovencito neoyorquino de ojos claros. Mick Jagger deambulaba cantándole a la cocaína, poniendo un tono rockero entre tanto narcisismo.
Corría el año 1977, la música disco y la liberación sexual se vestían de gala para las noches neoyorquinas, nunca fuimos ni tan desgraciados, ni tan felices. Nunca estuvimos tan en la onda.













 





No hay comentarios:

Publicar un comentario